Dios o la Energía Suprema del Universo, es considerado el Gran Arquitecto quien, para crear su Gran Obra, necesitó primero elaborar los planos sobre los cuales sustentarla. Los Ángeles y Arcángeles son exactamente esos planes, base de la creación de todo cuanto existe en el Universo, seres de pura energía de la más alta vibración divina y amorosa. A través de Reiki Angélico, el practicante puede contactar con el Reino Angélico y también con los Maestros Ascendidos y con seres elevados de luz cien por ciento pura, que lleven a cabo sanaciones a un nivel profundo, celular, interdimensional, de vidas pasadas y realidades alternas, llevando y anclando esa sanación en el plano físico.
Este sistema es hasta el momento el estilo de Reiki que maneja las energías de más alta frecuencia posible en este planeta, logrando una sanación profunda y a nivel multidimensional. Su objetivo, más que curar dolencias, enfermedades o trastornos, es tratar de reconectar al paciente con su esencia más pura, cuya ilusión de separación es la causa de cualquier desequilibrio físico, mental, kármico y emocional.

Reiki Angélico integra y pone de manifiesto las verdades originales de Reiki. A través de su aprendizaje, el practicante es iniciado energéticamente en la vibración angélica de los arquetipos divinos. Estos arquetipos son la base sobre la cual toda la conciencia existe. El anclar estos arquetipos en un paciente a través de una sesión de sanación puede provocar un cambio en su conciencia ayudándolo a aceptar y reconocer su esencia divina. El haberse separado de, y en ocasiones hasta negado, su esencia divina, es una de las causas que han llevado a la humanidad no solo a la enfermedad sino también al caos e incertidumbre global en los que actualmente vivimos.

Depresión, ataques de pánico, dolores y enfermedades físicas, cansancio constante, baja autoestima, desequilibrios emocionales etc.